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viernes, 17 de abril de 2015

Un jefe narco se instaló en el barrio donde vive el ministro de Seguridad

Una coincidencia insólita en la provincia de Buenos Aires.Es el peruano “Marcos”, el capo de la villa 1-11-14, del Bajo Flores. Tiene un dúplex en el country de Ezeiza que habita desde hace décadas Alejandro Granados.

A veces la realidad supera la ficción. Y en el mundo narco esto suele ocurrir con más frecuencia. Así lo demuestra un peculiar hecho, confirmado ayer por Clarín: el peruano Marco Antonio Estrada González –alias “Marcos”, condenado en tres causas como narcotraficante y líder del negocio de la droga en la villa 1-11-14 del Bajo Flores– vive en el mismo barrio privado que el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.
Tanto Granados como “Marcos” –quien actualmente está en libertad condicional– son vecinos de “La Celia”, un barrio privado ubicado en un ramal de la autopista Riccheri, a la altura del kilómetro 25, en Ezeiza. Ninguno está en la zona por casualidad: cada uno tiene su historia particular en el lugar.
Granados fue intendente de Ezeiza y su familia reside en “La Celia” desde hace unas ocho décadas. Estrada González compró su primera propiedad en el lugar en 2005 y desde allí escapó a Paraguay en julio de 2007, cuando se ordenó su captura nacional e internacional como líder de una banda narco.
Tanto Granados como "Marcos" –quien actualmente está en libertad condicional– son vecinos de "La Celia", un barrio privado ubicado en un ramal de la autopista Riccheri, a la altura del kilómetro 25, en Ezeiza.
En el country vive también la esposa del narco, Silvana Salazar. La mujer fue detenida en la misma causa por drogas que “Marcos”. Pero luego se le otorgó la prisión domiciliaria para que pudiera cuidar a sus tres hijos y volvió a instalarse en “La Celia”.
“Marcos” finalmente fue detenido en noviembre de 2007 en Asunción.La cercanía de “La Celia” con el penal de Ezeiza, donde fue recluido el narco, facilitaba las constantes visitas de sus laderos a su mujer: iban y venían llevando mensajes de la cárcel al country.
Fue precisamente cuando la Justicia federal de Capital corroboró el sistema de “correos personales” que funcionaba entre “La Celia” y el penal de Ezeiza que se decidió revocar la prisión domiciliaria que gozaba Silvana Salazar.
Entre 2013 y 2014, tanto Salazar como “Marcos” lograron salir de la cárcel por la puerta grande. Gracias a la firma de dos juicios abreviados consiguieron condenas menores (ella, a 8 años de prisión y él, a 10) y se les otorgó la libertad condicional. En esa situación legal se encuentran actualmente.
Ya en libertad, el matrimonio se afincó definitivamente en el country de Ezeiza. En el lugar, según fuentes judiciales y policiales consultadas por Clarín, viven en un dúplex pero también habrían comprado otros terrenos.
Entre 2013 y 2014, tanto Salazar como “Marcos” lograron salir de la cárcel por la puerta grande. Gracias a la firma de dos juicios abreviados consiguieron condenas menores.
“Incluso instalaron un local donde funciona un templo evangélico y ‘Marcos’ construyó una pista de skate para los hijos de los vecinos”, confió una de las fuentes consultadas por Clarín.
En el barrio se cuentan muchas historias de “Marcos” y su familia dado que, al parecer, en “La Celia” también tendrían propiedades uno de sus hermanos y un sobrino. Una sostiene que hace poco el matrimonio Estrada–Salazar festejó en su dúplex el cumpleaños de su hijo menor y que, como souvenir y recuerdo de la fiesta, cada chico se llevó a su casa una tablet. Algunos padres la devolvieron, otros no.
La historia del ministro Alejandro Granados en el barrio es mucho más antigua –su propiedad pertenecía a sus padres– y en ella resalta un episodio violento. En noviembre de 1999, tres ladrones intentaron robar su casa en “La Celia”. Cuando entraron, el entonces intendente los recibió a los balazos y frustró el asalto.
Según pudo saber Clarín, el hecho de tener de vecino a uno de los narcos más pesados y conocidos de la Argentina no le provoca ninguna gracia al ministro.
“Tenemos que poner mano dura: o caía muerto yo o caían muertos ellos”, dijo en aquel momento a la prensa, mientras mostraba la herida de bala que le habían provocado en una mano. “Era el malviviente o yo: ojalá le hubiera pegado. Lamentablemente tuve mala puntería”, agregó.
Según pudo saber Clarín, el hecho de tener de vecino a uno de los narcos más pesados y conocidos de la Argentina no le provoca ninguna gracia al ministro. Pero la realidad es que puede hacer poco al respecto: las causas de narcotráfico contra “Marcos” no tramitaron en la Justicia bonaerense y Estrada González no está prófugo, por lo que puede estar en su casa sin ningún problema. Goza de libertad condicional y su pena vence en 2017.
“Esta situación le es totalmente ajena al ministro y quien se debe ocupar de él (por “Marcos”) es la Justicia, que fue la que le otorgó la libertad condicional y la que frenó un pedido de la Dirección de Migraciones para expulsarlo del país”, dijeron ayer a Clarín fuentes del Ministerio de Seguridad.
Nota de Verdad de la Mandarina: Nuestra Argentina es la cuna de los Narcotraficantes, ya hicieron mierda la mayoría de los países del SUR, ahora es el turno de la Argentina, el país más corrupto de todos........

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