"Hija, no estés paveando con el celular cuando andás en la estación, te lo van a manotear”, le advierte Roxana Romero a su hija Marianela (19) en la estación de Caseros. “Ya le robaron uno así, por la ventanilla del tren. Para mí es importante que esté comunicada y no puedo comprar uno nuevo todo el tiempo. Por eso, trato de aconsejarla para que no la agarren distraída”, se justifica esta mamá ante la consulta del Zonal.
Es que los arrebatos de celulares, cadenitas y carteras desde los andenes son una modalidad que ya se instaló en los trenes del San Martín. Antes, muchos distraídos eran víctimas de estos robos a través de las puertas manuales de las viejas formaciones: los ladrones se tiraban con el tren en movimiento abriendo las puertas. Pero como los nuevos vagones tienen cierres automatizados, ahora usan las ventanillas, abiertas por el calor, para acceder a las pertenencias de los pasajeros. Las situaciones se repiten principalmente en las estaciones Sáenz Peña y Caseros.
Cuando la gestión del San Martín estaba a cargo de Corredores Ferroviarios –ahora lo maneja Trenes Argentinos– ya habían sumado seguridad privada para vigilar los andenes. Sin embargo, los usuarios dicen que “no están todo el tiempo” y que “no alcanza”. Tambiénhabían prometido agregar personal de Gendarmería, pero aún no se los ve en ninguna de las estaciones que el San Martín tiene en Tres de Febrero.
Sofía tiene 25 años, toma el tren en Sáenz Peña todos los días desde y hacia Retiro, y contó: “Hay seguridad privada pero no están siempre. El miércoles pasado acá vi un robo: una señora estaba sentada al lado de la ventanilla y un chico saltó y le agarró las manos con el celular. Justo alguien que estaba atento la ayudó y evitó que se lo sacaran, pero es un momento feo porque el tren arranca, se cierran las puertas y no podés hacer nada desde adentro. Yo, que bajaba, quedé asustada y no había nadie para cuidarme”.
Emiliano es vendedor ambulante y testigo permanente de lo que vive la gente. “En el furgón entran a robar directamente y salen corriendo antes de que cierren las puertas. A veces hay policías arriba del tren pero cuando se cierran las puertas ya no pueden hacer nada. Es como un desafío que tienen los ladrones”, describió.
En una recorrida, Clarín corroboró la presencia de efectivos de la Policía Federal en la entrada o en el sector de boleterías de la estación de Sáenz Peña, en la de Santos Lugares y en la de Caseros. También se los ve arriba del tren en algunas recorridas sorpresivas. En los andenes, excepto en Sáenz Peña, había personal de seguridad privada. Al ser consultados por su presencia en el lugar, reconocieron que “hay bastantes arrebatos” y que su función es “preventiva”. Esta vigilancia pareciera no dar abasto por los repetidos casos. Es que están en un solo anden y la gente confirma que "no hay nadie por las noches ni a primera hora de la mañana”. Es así que, a pesar de la presencia y los nuevos trenes, no logran desarticular estos arrebatos.
Desde Trenes Argentinos, a cargo de la gestión del San Martín desde el 1° de marzo, la intención sería sumar gendarmes a la brevedad. De todas formas, no respondieron a la consulta realizada por Clarín para saber los plazos de esas medidas.
La Verdad de la Mandarina: En los trenes de Randazzo cuidado con el manotazo; y los policías brillan por su ausencia.....
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