Caso Candela: tres nuevos demorados
Se tratan de un verdulero, un fletero y un menor de edad. Ya son 9 las personas involucradas en el hecho.
Un verdulero, un fletero y un menor de edad se convirtieron en los nuevos detenidos por el caso del secuestro y crimen de Candela Rodríguez, luego del aporte que hizo un remisero con antecedentes penales que había sido demorado por unas horas y que ahora pasó a ser testigo protegido.
Así lo revelaron fuentes del caso, que señalaron que el remisero y su mujer quedaron demorados por la tenencia de un arma, pero se los interrogó como testigos en el caso de Candela y el hombre pudo aportar datos que tendrían que ver con la banda que secuestró a la nena.
Incluso, al remisero le mostraron fotos con personas con antecedentes y marcó a varias; más tarde se convirtió en uno de los beneficiarios del programa de Protección de Testigos, pero su familia teme un castigo contra ellos y también pidieron custodia ante eventuales represalias, dijeron las fuentes.
La causa, sin embargo, podría definirse hoy, cuando el fiscal Marcelo Tavolaro espera comenzar a recibir los resultados de las pruebas de ADN que se hicieron el pasado martes sobre las siete personas ya imputadas.
A estas pericias se sumarán los nuevos detenidos arrestados anoche en una serie de procedimientos del partido bonaerense de Hurlingham, luego de la declaración prestada por un testigo protegido.
Antenoche fueron detenidos un verdulero y un fletero, quienes quedaron sospechados de haber participado del secuestro de la nena, en la tarde del lunes 22 de agosto pasado, cuando Candela desapareció en la esquina de su casa.
Desde la tarde de ayer, el fiscal Tavolaro les tomaba declaración indagatoria para esclarecer qué grado de vinculación tuvieron con el caso. "En la familia me dicen que ninguno de los dos conoce a nadie del caso Candela ni tampoco tienen vinculación con la familia de la nena. En principio no tienen ninguna relación con el caso", dijo a la prensa el abogado de esos detenidos, Rodrigo González.
Mientras tanto, el tercer detenido es un menor sospechado de ser la persona que hablaba con la tía de Candela en la noche del lunes 29 de agosto, cuando le advertían "hasta que no devuelva la guita no la van a ver nunca más".
Se sabía que esa llamada se hizo desde un locutorio del barrio porteño de Retiro, y ahora se realizará una pericia de voz para esclarecer si el menor fue el responsable de ese mensaje, horas antes de que apareciera el cadáver de la nena, añadieron los voceros.
Mientras tanto, el carpintero Néstor Altamirano declaró ayer ante Tavolaro y el juez de Garantías Alfredo Meade, para sostener que es inocente. Su abogado, Matías Morla, afirmó que su cliente también dio datos sobre personas que vio en la "casa rosa" de la calle Kiernan al 900 donde estuvo la nena durante su cautiverio, mientras que justificó su presencia en esa vivienda, en la que se hallaron restos de su ADN.
El hombre buscó desmentir las acusaciones de un testigo de identidad reservada que aseguró que él, su esposa y un sobrino secuestraron a Candela y se la llevaron a la vivienda de Charrúas 1081 de Villa Tesei.
Ese testigo también dijo que la nena fue más tarde conducida a la casa de Kiernan 992, pintada en esos días de rosa, donde la mató un "transa" llamado "Hugo" que tenía problemas con la familia de la nena.
Por el momento están detenidos Altamirano, Hugo Bermúdez, la depiladora Gladys Cabrera, dueña de la casa de Kiernan, y un hombre que está internado y que también fue señalado por una declaración reservada como partícipe del delito.
Ahora se sumaron el menor de edad, el verdulero y el fletero, cuyas computadoras, teléfonos y hasta una camioneta quedaron secuestrados para ser peritados y sometidos a estudios de ADN.
Excarcelados pero implicados en el "encubrimiento" del secuestro y el crimen, siguen el tornero Alfredo Monteros y su hijo y el fletero Gustavo Valenzuela, quienes habían ido a la casa de Kiernan para retirar objetos ofertados por la dueña de vivienda.
GENTILEZA: TN
Un verdulero, un fletero y un menor de edad se convirtieron en los nuevos detenidos por el caso del secuestro y crimen de Candela Rodríguez, luego del aporte que hizo un remisero con antecedentes penales que había sido demorado por unas horas y que ahora pasó a ser testigo protegido.
Así lo revelaron fuentes del caso, que señalaron que el remisero y su mujer quedaron demorados por la tenencia de un arma, pero se los interrogó como testigos en el caso de Candela y el hombre pudo aportar datos que tendrían que ver con la banda que secuestró a la nena.
Incluso, al remisero le mostraron fotos con personas con antecedentes y marcó a varias; más tarde se convirtió en uno de los beneficiarios del programa de Protección de Testigos, pero su familia teme un castigo contra ellos y también pidieron custodia ante eventuales represalias, dijeron las fuentes.
La causa, sin embargo, podría definirse hoy, cuando el fiscal Marcelo Tavolaro espera comenzar a recibir los resultados de las pruebas de ADN que se hicieron el pasado martes sobre las siete personas ya imputadas.
A estas pericias se sumarán los nuevos detenidos arrestados anoche en una serie de procedimientos del partido bonaerense de Hurlingham, luego de la declaración prestada por un testigo protegido.
Antenoche fueron detenidos un verdulero y un fletero, quienes quedaron sospechados de haber participado del secuestro de la nena, en la tarde del lunes 22 de agosto pasado, cuando Candela desapareció en la esquina de su casa.
Desde la tarde de ayer, el fiscal Tavolaro les tomaba declaración indagatoria para esclarecer qué grado de vinculación tuvieron con el caso. "En la familia me dicen que ninguno de los dos conoce a nadie del caso Candela ni tampoco tienen vinculación con la familia de la nena. En principio no tienen ninguna relación con el caso", dijo a la prensa el abogado de esos detenidos, Rodrigo González.
Mientras tanto, el tercer detenido es un menor sospechado de ser la persona que hablaba con la tía de Candela en la noche del lunes 29 de agosto, cuando le advertían "hasta que no devuelva la guita no la van a ver nunca más".
Se sabía que esa llamada se hizo desde un locutorio del barrio porteño de Retiro, y ahora se realizará una pericia de voz para esclarecer si el menor fue el responsable de ese mensaje, horas antes de que apareciera el cadáver de la nena, añadieron los voceros.
Mientras tanto, el carpintero Néstor Altamirano declaró ayer ante Tavolaro y el juez de Garantías Alfredo Meade, para sostener que es inocente. Su abogado, Matías Morla, afirmó que su cliente también dio datos sobre personas que vio en la "casa rosa" de la calle Kiernan al 900 donde estuvo la nena durante su cautiverio, mientras que justificó su presencia en esa vivienda, en la que se hallaron restos de su ADN.
El hombre buscó desmentir las acusaciones de un testigo de identidad reservada que aseguró que él, su esposa y un sobrino secuestraron a Candela y se la llevaron a la vivienda de Charrúas 1081 de Villa Tesei.
Ese testigo también dijo que la nena fue más tarde conducida a la casa de Kiernan 992, pintada en esos días de rosa, donde la mató un "transa" llamado "Hugo" que tenía problemas con la familia de la nena.
Por el momento están detenidos Altamirano, Hugo Bermúdez, la depiladora Gladys Cabrera, dueña de la casa de Kiernan, y un hombre que está internado y que también fue señalado por una declaración reservada como partícipe del delito.
Ahora se sumaron el menor de edad, el verdulero y el fletero, cuyas computadoras, teléfonos y hasta una camioneta quedaron secuestrados para ser peritados y sometidos a estudios de ADN.
Excarcelados pero implicados en el "encubrimiento" del secuestro y el crimen, siguen el tornero Alfredo Monteros y su hijo y el fletero Gustavo Valenzuela, quienes habían ido a la casa de Kiernan para retirar objetos ofertados por la dueña de vivienda.
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