Fue todo rápido, aunque para la víctima el tiempo se hizo interminable. Poco más de una hora en manos de sus captores, lo suficiente como para pensar que todo podía concluir de la peor manera. Pero su marido negoció el pago del rescate, lo concretó desde un auto y, enseguida, su esposa fue liberada. La pesadilla tuvo un final sin heridos y volvió a poner en escena una modalidad delictiva que no tiene fin, que sigue siendo una constante, sobre todo en la zona oeste del conurbano bonaerense, donde habitualmente se registran secuestros extorsivos.
El nuevo caso tuvo como víctima a una asistente social de 53 años, esposa de un contador. Eran cerca de las diez de la noche del martes cuando llegó a su casa de Ituzaingó, en Santos Dumont y José María Paz, en su BMW. Antes de poder abrir el portón, varios hombres en un auto le cerraron el paso, la amenazaron con armas y se la llevaron cautiva.
"La víctima no pudo precisar la cantidad de hombres que actuaron en el hecho ni la marca del vehículo en el que estaba la banda, pero se presume que pudo haber sido un Volkswagen Passat", le dijo a Clarín una fuente del caso.
En medio de los gritos y las amenazas de muerte, los captores obligaron a la mujer a meterse en su coche y poco más tarde empezaron a llamar a su marido para negociar los términos del rescate. El contador, en medio de la desesperación, no tuvo oportunidad de dar aviso a la Policía.
"A la mujer la tuvieron dando vueltas en el auto poco más de una hora. En principio no le pegaron, pero una situación de este tipo no deja de ser violenta. En esta clase de hechos suele haber amenazas de muerte. Ella estaba muy nerviosa", agregó una fuente.
Los secuestradores terminaron arreglando con el marido de la víctima un rescate de 60.000 pesos y le indicaron que fuera hacia la colectora de la autopista Gaona, por ruta 23, en la localidad de Moreno, donde tuvo que arrojar la bolsa con el dinero. Fue entonces que un auto de color gris, un Vento o un Passat, pasó a recoger la plata.
Un rato más tarde, la víctima fue liberada ilesa en los alrededores del shopping Nine, en autopista Gaona y avenida Vittorica, también en Moreno. Una vez que el contador y su esposa volvieron a reunirse, recién ahí llamaron al 911 para hacer la denuncia.
El BMW de la víctima apareció poco más tarde en Rivadavia y Piovano, a un costado de las vías del Ferrocarril Sarmiento.
El hecho está a cargo de la Delegación de Investigaciones (DDI) y la Fiscalía Federal N° 2 de Morón, pero en la tarde de ayer la asistente social todavía no se había presentado a dar testimonio.
Los investigadores creen que se trató de un hecho al voleo, un típico secuestro exprés. Y que los captores eligieron a la mujer como objetivo con cierto nivel de improvisación, motivados por el auto en el que iba, un vehículo de alta gama. Anoche, aún no había detenidos.
Una fuente del caso le aseguró ayer a Clarín que la zona oeste del Conurbano es una de la más golpeadas en este último tiempo por los secuestros exprés. Allí hay un promedio de al menos cinco caso por mes en lo que va de 2015.
A mediados de marzo, por ejemplo, tras una larga investigación que concluyó con al menos diez allanamientos, la Policía detuvo a una banda que operaba en el Corredor del Oeste y que había capturado a dos mujeres que vivían en un barrio cerrado de Ituzaingó.
En el noroeste del GBA, en tanto, se produjo el secuestro del empresario Daniel Rebagliati, en Tres de Febrero. Lo tuvieron ocho días cautivo y cobraron un rescate $ 1.800.000. Pero la banda fue detenida. Su líder era un ex policía federal exonerado en 2008.
Nota de Verdad de la Mandarina: Ya no se puede salir de la casa de uno, vivimos entre rejas, con sistemas de seguridad y cámaras, con miedo a que alguien entre a nuestras casa o aproveche la salida de alguno de nuestros familiares para robarles o matarlos..... Y si safamos y salimos con el auto "que no sea muy lujoso" porque corres el riesgo de que te secuestren....
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