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lunes, 1 de junio de 2015

Entran a robarle, saca una pistola de juguete y lo balean

La víctima es un anticuario de 68 años, que tuvo que ser internado en grave estado. Recibió un tiro en el pecho y otro en el estómago. No hay detenidos.
Los ladrones eligieron como blanco el local del anticuario, a pesar de que está ubicado en una zona muy comercial y transitada. Era pleno día, pero no les importó. Uno se quedó en la puerta como “campana” y el otro entró y amenazó al dueño con un arma para que le entregara la recaudación. El hombre le respondió sacando una pistola de juguete, como para intimidarlo. Pero no lo logró: el asaltante le disparó dos veces. Una de las balas impactó en el pecho del comerciante y la otra en su estómago, por lo que anoche estaba internado en muy grave estado.
El asalto ocurrió en una de las zonas más transitadas de Chacarita, en el límite con Colegiales. El barrio es custodiado por dos fuerzas de seguridad, la Policía Metropolitana y la Federal. Sin embargo, los asaltantes escaparon. Y los vecinos denuncian que, tal como reveló Clarín en un informe publicado el 15 de mayo, la inseguridad es permanente.
Fuentes policiales confirmaron a Clarín que el asalto ocurrió ayer a la tarde en el local de antigüedades “El Zahir”, en avenida Alvarez Thomas 506, casi esquina Olleros. A la vuelta, en la misma manzana, está la productora Ideas del Sur, fundada por Marcelo Tinelli.
La víctima fue Pascual Alfredo Altaluna, de 68 años, a quien todos en el barrio conocen como Alfredo. Según cuentan, hace más de una década sale todas las Navidades a repartir golosinas por la zona, vestido de Papá Noel.
Altaluna está casado y tiene tres hijos, de los cuales dos llegaron ayer al comercio un rato después del ataque. Estaban muy conmocionados. Uno de ellos, Roberto Altaluna, tenía una foto carné de su papá en las manos y no dejaba de llorar.
“Hace 10 años que mi papá está en este local y nunca lo habían robado. El trabajaba con las persianas bajas por seguridad. Igual se le metieron a robar. En la esquina a veces hay un agente de la Metropolitana, pero esta vez no estaba”, le dijo Roberto a Clarín, indignado.
El local del anticuario es chico, no tiene mostrador y hay muy poco lugar para moverse por la cantidad de cosas que hay amontonadas. Los delincuentes llegaron allí poco minutos después de las 16.30.
“El ladrón que entró amenazó al comerciante. Pero Altaluna, en vez de entregar el dinero, tomó un arma de juguete que tenía en venta y trató de asustar al delincuente. Entonces recibió los disparos. Después los asaltantes escaparon sin robar nada. Creemos que es posible que un tercer ladrón haya estado esperándolos en un auto”, resaltó un investigador del caso.
Herido y sangrando, el comerciante llegó a salir a la calle para pedir auxilio. Pero se desvaneció en la vereda y cayó boca arriba. “Por el ruido de los coches, yo no escuché nada. Pero entró una mujer y me preguntó si conocía al hombre que estaba tirado afuera”, le dijo a Clarín Fernando, el peluquero del local vecino al de Altaluna.
Fernando salió a ver qué pasaba. “El estaba tirado en la calle con el torso lleno de sangre. Le pregunté qué le había pasado y me dijo que lo habían querido robar. Sangraba mucho”, explicó.
Los vecinos llamaron al 911. En pocos minutos aparecieron cinco patrulleros y cortaron un carril de Alvarez Thomas. El SAME trasladó a Altaluna al Hospital Tornú, que queda en Parque Chas. Al cierre de ésta edición, fuentes del Ministerio de Salud consultadas por Clarín dijeron que estaba muy grave.
Mientras, agentes de la comisaría 29° (con jurisdicción en la zona) realizaron peritajes en el lugar y secuestraron dos vainas servidas calibre 9 milímetros. También levantaron huellas dactilares.
Fuentes policiales contaron que en la cuadra no hay cámaras de seguridad, pero que como los asaltantes escaparon por Olleros pidieron las imágenes de las que tiene Ideas del Sur.
“Es un hombre extraordinario, un laburador que hace más de 40 años que es anticuario”, se lamentaba anoche Fernando.
Nota de Verdad de la Mandarina: La sensación de inseguridad sigue dejando víctimas; ni en CAPITAL la pueden controlar; y un pobre hombre sufrió las consecuencias.-

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