El Mundo dice que Cristina hace "antiimperialismo Chanel"
En un crítico editorial, el diario español define la política exterior
como "un espejismo de intenciones, un despliegue de pseudo-autoridad
carente de poder real".
GENTILEZA: TN
El diario español "El Mundo" critica la política exterior del gobierno de Cristina Kirchner. Apunta a un "viejo discurso antiimperialista que hoy es esgrimido por un régimen demagogo
presto a renovar su legitimidad ante una oposición que pasea sus
miserias como esas aves que se resisten a caer cuando son descabezadas.
El pan y el circo del Gobierno kirchnerista también se aplica al ámbito
global". Y define: "La política exterior de la presidenta Kirchner es un espejismo de intenciones, un despliegue de pseudo-autoridad carente de poder real".
El crítico editorial plantea: "No nos engañemos. A pesar de las apologías exageradas del kirchnerismo lo cierto es que Argentina, desde hace varias décadas, ha perdido protagonismo en la región. Y, lo que es peor, últimamente, en el plano político, a favor de Venezuela. Es sustantivo comprobar cómo los propios estrategas argentinos, cuando aparecen, reconocen formalmente el liderazgo de Brasil. Han renunciado a la competencia con el gran vecino para convertirse en profetas de una integración complementaria. Y lo han hecho no por falta de ambición, sino por simple sentido común. A estas alturas es obvio que si Sudamérica se une en pos de un proyecto geopolítico viable, Itamarati liderará ese bloque de poder".
El Mundo analiza las últimas posiciones de la Argentina frente al Mundo y plantea: "Las continuas invocaciones a la hermandad bolivariana, la defensa de la causa palestina y los ataques fetichistas al orden liberal y capitalista sólo se comprenden en el marco del viejo discurso antiimperialista".
"Argentina ha reducido su capacidad de influencia en todos los países de la región. El MERCOSUR continúa siendo una quimera astral, un foro politizado por el socialismo del siglo XXI. La política exterior de la presidenta Kirchner es un espejismo de intenciones, un despliegue de pseudo-autoridad carente de poder real y, salvo una hecatombe venezolana o el colapso de Dilma en Brasil, el Estado argentino está condenado a seguir desempeñando este papel", concluye.
También aborda la política puertas adentro: "Si algo se ha confirmado durante el reinado de Cristina es que la visión exterior de su gobierno es similar a su percepción interna. Estamos, pues, ante una política populista, reactiva, carente de objetivos reales de liderazgo. Una política subordinada a la permanencia en el poder, ideologizada cuando conviene y presta a pactar con el enemigo si la foto vale la pena. Una política, en fin, camaleónica, pero no al estilo de Richelieu, grande en sus aspiraciones y oscura en sus métodos. La política exterior de Cristina se refleja, más bien, en la medianía histórica de ese peronismo que tanto daño ha causado a su país".
El crítico editorial plantea: "No nos engañemos. A pesar de las apologías exageradas del kirchnerismo lo cierto es que Argentina, desde hace varias décadas, ha perdido protagonismo en la región. Y, lo que es peor, últimamente, en el plano político, a favor de Venezuela. Es sustantivo comprobar cómo los propios estrategas argentinos, cuando aparecen, reconocen formalmente el liderazgo de Brasil. Han renunciado a la competencia con el gran vecino para convertirse en profetas de una integración complementaria. Y lo han hecho no por falta de ambición, sino por simple sentido común. A estas alturas es obvio que si Sudamérica se une en pos de un proyecto geopolítico viable, Itamarati liderará ese bloque de poder".
El Mundo analiza las últimas posiciones de la Argentina frente al Mundo y plantea: "Las continuas invocaciones a la hermandad bolivariana, la defensa de la causa palestina y los ataques fetichistas al orden liberal y capitalista sólo se comprenden en el marco del viejo discurso antiimperialista".
"Argentina ha reducido su capacidad de influencia en todos los países de la región. El MERCOSUR continúa siendo una quimera astral, un foro politizado por el socialismo del siglo XXI. La política exterior de la presidenta Kirchner es un espejismo de intenciones, un despliegue de pseudo-autoridad carente de poder real y, salvo una hecatombe venezolana o el colapso de Dilma en Brasil, el Estado argentino está condenado a seguir desempeñando este papel", concluye.
También aborda la política puertas adentro: "Si algo se ha confirmado durante el reinado de Cristina es que la visión exterior de su gobierno es similar a su percepción interna. Estamos, pues, ante una política populista, reactiva, carente de objetivos reales de liderazgo. Una política subordinada a la permanencia en el poder, ideologizada cuando conviene y presta a pactar con el enemigo si la foto vale la pena. Una política, en fin, camaleónica, pero no al estilo de Richelieu, grande en sus aspiraciones y oscura en sus métodos. La política exterior de Cristina se refleja, más bien, en la medianía histórica de ese peronismo que tanto daño ha causado a su país".
GENTILEZA: TN
No hay comentarios:
Publicar un comentario