Llega el final de El Elegido
Andrés Bilbao, Mariana Estevez, Nevares Sosa y Verónica encontrarán su final escrito en la pantalla chica.
Esta noche cierra el círculo de El Elegido, una historia de
amor, ambición y poder no tradicional. Mariana Estevez (Paola Krum), una
justiciera abogada que quiere “vengar” la muerte de su padre, y Andrés
Bilbao (Pablo Echarri), un ambicioso abogado que antes de perderse del
todo descubre el amor en Mariana y resetea su vida, sin receta, para
enfrentar al perverso y encantador de serpientes Oscar Nevares Sosa (Lito
Cruz), amo y señor de una logia, señor y amo de Verónica San Martín
(Letricia Brédice), la esposa de Andrés, una psiquiátrica que es y se
hace y que vestidita de rosita pastel puede ser desalmada hasta con su
propia hija Alma (Maite Lanata).
Todos ellos, más David (Luciano Cáceres), Roberto (Jorge Suárez), Greta (Mónica Antonópulos), Octavio (Ludovico Di Santo), Armenia (Armenia Martínez), los padres de Andrés (Patricio Contreras y Leonor Manso) ya asesinados por el doctor Nevares Sosa, el misterioso señor de la logia Logroñeses (Daniel Fanego), y el ángel guardián Santiago Mercado (Martín Seefeld), entre otros, encontrarán su final escrito en la pantalla de Telefe desde las 23.
Una novela, de puño y letra (más letra que puño) de Adriana Lorenzón y Gustavo Belatti, y que marcó el debut de Echarri como productor, con recovecos por todas las miserias: las adicciones, la trata de blanca, el poder que mata, la ambición que condena, la política sucia, la enfermiza locura, el descontrol del mal. Y por todas las luchas: el amor que calla, el amor que habla y denuncia, el autismo que sana, la identidad sexual que sea y la hermandad que acerca.
Los clichés que no son clichés: serán ringtone, trendding topic, o lo que tengan que ser porque ya son del público, que los sacó de la pantalla chica para llevarlos a las pantallas sin fin de las redes sociales: “Armenia, haga algo que esté a su altura: un té”; “Se dice colorado, no rojo”; “Nena fea, nena sucia y mala”, de Verónica San Martín; y el “Grabátelo” de Nevares Sosa.
Esta noche, llega el final de El Elegido que encarna sin quererlo Echarri en la mente “reloj de arena” de Nevares Sosa, que ve en él la aguja de un nuevo mundo. Y habrá que ver cómo termina la transformación de ese abogado gel de mente fría a este otro de una furiosa necesidad de justicia, porque como decía Sigmund Freud “uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso”.
Llega el final y promete sorpresas vertiginosas. Lo dice la banda de apertura “Sólo hay una ley”: todo tiene su cruz, todo tiene su precio, todo ya está en venta, todo va a caer, ya no queda nada más
salvo tu alma.
GENTILEZA: TN
Todos ellos, más David (Luciano Cáceres), Roberto (Jorge Suárez), Greta (Mónica Antonópulos), Octavio (Ludovico Di Santo), Armenia (Armenia Martínez), los padres de Andrés (Patricio Contreras y Leonor Manso) ya asesinados por el doctor Nevares Sosa, el misterioso señor de la logia Logroñeses (Daniel Fanego), y el ángel guardián Santiago Mercado (Martín Seefeld), entre otros, encontrarán su final escrito en la pantalla de Telefe desde las 23.
Una novela, de puño y letra (más letra que puño) de Adriana Lorenzón y Gustavo Belatti, y que marcó el debut de Echarri como productor, con recovecos por todas las miserias: las adicciones, la trata de blanca, el poder que mata, la ambición que condena, la política sucia, la enfermiza locura, el descontrol del mal. Y por todas las luchas: el amor que calla, el amor que habla y denuncia, el autismo que sana, la identidad sexual que sea y la hermandad que acerca.
Los clichés que no son clichés: serán ringtone, trendding topic, o lo que tengan que ser porque ya son del público, que los sacó de la pantalla chica para llevarlos a las pantallas sin fin de las redes sociales: “Armenia, haga algo que esté a su altura: un té”; “Se dice colorado, no rojo”; “Nena fea, nena sucia y mala”, de Verónica San Martín; y el “Grabátelo” de Nevares Sosa.
Esta noche, llega el final de El Elegido que encarna sin quererlo Echarri en la mente “reloj de arena” de Nevares Sosa, que ve en él la aguja de un nuevo mundo. Y habrá que ver cómo termina la transformación de ese abogado gel de mente fría a este otro de una furiosa necesidad de justicia, porque como decía Sigmund Freud “uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso”.
Llega el final y promete sorpresas vertiginosas. Lo dice la banda de apertura “Sólo hay una ley”: todo tiene su cruz, todo tiene su precio, todo ya está en venta, todo va a caer, ya no queda nada más
salvo tu alma.
GENTILEZA: TN
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