El sueño de la vivienda propia, cada vez más lejos
Según un informe privado, ahora hace falta
destinar 81 sueldos promedios enteros para comprar una vivienda de 60
metros cuadrados. Hace 13 años se necesitaban 65.
- PorTomás Canosa
- Los porteños que quieran comprarse un departamento de 60 metros cuadrados en Capital Federal necesitan ahorrar 81 salarios promedio completos para tenerlo. Una familia necesitaba en 1998 el equivalente a 65 sueldos para poder adquirir la misma propiedad. En la provincia de Buenos Aires ahora precisan 63 y hace 13 años les bastaba con 52.
En 1998, cuando la economía estaba por entrar en una de las recesiones más profundas de la historia argentina, una persona necesitaba 65 salarios medios para adquirir la misma propiedad. "Esto evidencia que la vivienda se volvió un bien más caro en términos de los ingresos de la familia", aseguraron desde la consultora.
El escenario tampoco mejoró para las personas que quieren comprarse un departamento de las mismas características en el Gran Buenos Aires. Después que la economía creciera a tasas chinas durante ocho años y producto de la evolución de los precios de los inmuebles y de los salarios, ahora necesitan 63 sueldos promedios y en 1998 precisaban 52.
Durante la década del ´90, los bancos volcaban fondos para otorgar préstamos y el crédito hipotecario era una herramienta vital para que las clases medias pudieran adquirir una vivienda. El 29,2% de las escrituras en 1998 se hacían mediante un préstamo, mientras que en los primeros ocho meses de 2011 sólo el 6,1%. "En la Argentina, las escrituras que se realizan con hipotecas han caído a un nivel tan bajo que demuestran la pobre evolución que han tenido los créditos para adquirir una casa o un departamento en los últimos años", manifestaron desde la consultora.
A partir de este escenario, el economista de la Universidad Torcuato Di Tella Eduardo Levy Yeyati planteó la hipótesis de que en Argentina se vive un modelo con redistribución progresiva del ingreso pero con redistribución regresiva de la riqueza. El especialista escribió en su blog que en presencia de tasas de interés reales negativas, la inflación estimula el consumo. Y como las personas no suelen tener suficientes ingresos como para comprarse una propiedad, adquieren bienes de consumo como televisores, autos, heladeras.
El punto es que estas "inversiones" se dan en instrumentos con un valor declinante en el tiempo y lleva a un esquema de redistribución progresiva del ingreso con una redistribución regresiva de la riqueza.
Como los bancos financian hasta el 70% del valor de una propiedad, si una familia quiere comprarse un departamento de 60 m2 en el Gran Buenos Aires (en promedio 309.400 pesos) tiene que tener ahorros por 92.820 pesos, tener ingresos mensuales por 11.560 pesos y pagar una cuota cercana a los 4.050 pesos por mes.
Los montos de los préstamos representaban antes de la crisis de la convertibilidad el 3,5% del PBI, mientras que durante este año llegan al 0,7%.
GENTILEZA: CLARÍN
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