“Cuando me ofreció salir a robar, creí que era una broma”
10/10/11Con su testimonio cayó una banda mixta, que era liderada por un alto jefe policial. Los apresaron cuando intentaban abrir un cajero automático en Puerto Pirámides. Por el caso, hay cinco detenidos. Habla el suboficial que denunció a un comisario.
“Cuando el comisario Juan Caimi me ofreció 50 mil pesos para
que sea cómplice del robo al cajero automático de Pirámides creí que era
una broma. Pero cuando insistieron me di cuenta de que estaban dispuestos a todo. Y que la cosa venía en serio ”.
Enrique Daniel Martínez tiene 51 años. Y hace 29 que es policía en Chubut. Sin quererlo, se convirtió en uno de los protagonistas de un hecho que conmueve a Chubut: la existencia de una banda integrada por tres policías y dos civiles, que en la madrugada del 2 de setiembre intentaron robar el cajero automático de Puerto Pirámides, donde había algo más de 200 mil pesos.
“Cuando me ofreció salir a robar, creí que era una broma” , repite Martínez. No aceptó la oferta del comisario Caimi y además les contó a sus superiores los planes de la banda. Con ese dato, se montó en secreto un operativo para detenerlos en el momento que intentaran dar el golpe.
Cinco efectivos del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) esperaron cinco días escondidos detrás de un médano. Y en la madrugada del 2 de setiembre, cuando con un soplete intentaban abrir el cajero, fueron detenidos cuatro de los cinco integrantes de la banda.
El suboficial Pablo D’Horta, que cumplía funciones en la comisaría de la localidad (justo frente al cajero), y el también suboficial Abelardo Vázquez, perteneciente a la Policía Judicial, fueron arrestados junto a los civiles Fabián Acuña y Roberto Pardiñas.
El comisario Juan Caimi, supuesto jefe de la banda, fue detenido cuando trataba de abandonar Puerto Madryn, desde donde con un celular seguía el accionar de sus cómplices.
La fiscalía los imputó por asociación ilícita y robo en poblado y en banda durante la audiencia de detención. La condena es de entre 5 y 10 años de prisión. En ese momento, quedaron con prisión preventiva y se estableció un plazo de seis meses para la investigación, de acuerdo a normas del Código Procesal Penal de Chubut.
El 23 de setiembre se hizo una nueva audiencia de detención y se decidió prorrogar por 30 días la prisión preventiva a los cinco detenidos.
En esa audiencia, se le otorgó a Pardiñas el beneficio de prisión domiciliaria, que cumple en Puerto Pirámides. La prisión preventiva puede ser renovada cuando expira.
Martínez, el policía que los denunció, presta servicios en Pirámides. Vive en un galpón prestado por el municipio junto a su esposa y tres hijos.
Tiene custodia permanente y, por consejo de sus superiores, usa chaleco antibalas.
“Cuando Caimi me habló, me dio detalles del golpe y me preguntó si me gustaba la idea. Primero no le contesté pero después rechacé la oferta, sin darle demasiadas explicaciones”, le contó Martínez a Clarín . Lo tentaron por dos motivos: tenía mucha confianza con el comisario y, además, iba a ser el único policía de guardia la madrugada del golpe.
“Yo tenía que salir a hacer una ronda cuando ellos me avisaran que estaban en el cajero. Hacerme el distraído durante media hora ”, agregó Martínez.
El comisario Caimi era el director de la Escuela de Subalternos de Puerto Madryn. En ese lugar, después de dar clases a los policías de rangos inferiores, se juntaba con la banda para planificar el golpe.
Tenía 23 años en la Policía y una foja de servicio intachable.
Es muy conocido en Pirámides porque estuvo cuatro años como jefe de la comisaría. Tras la denuncia de Martínez, la fiscalía dispuso la intervención de los celulares de Caimi y Vázquez, los dos organizadores del robo. Las escuchas fueron fundamentales para detectar el día del golpe.
La banda pensaba escapar por el mar, en un gomón hasta Puerto Madryn. De esa manera, evitarían los controles en la ruta . Un plan más parecido a una película que a la realidad.
El robo estaba perfectamente planificado, salvo en un detalle: la máquina que compraron para romper el cajero no tenía la potencia que esperaban.
Cuando decidieron abandonar el lugar, tenían a la Policía rodeándolos.
Según los investigadores, en agosto la banda habría intentado robar otro cajero automático en Playa Unión, el balneario de Rawson. Pero también fracasaron: con el soplete que habrían usado provocaron un incendio. El fuego quemó gran parte del dinero. La banda tenía planes para el futuro. Con la plata que querían llevarse de Pirámides comprarían la logística para dar un golpe millonario: robar el dinero de un camión de caudales del Banco del Chubut.
Enrique Daniel Martínez tiene 51 años. Y hace 29 que es policía en Chubut. Sin quererlo, se convirtió en uno de los protagonistas de un hecho que conmueve a Chubut: la existencia de una banda integrada por tres policías y dos civiles, que en la madrugada del 2 de setiembre intentaron robar el cajero automático de Puerto Pirámides, donde había algo más de 200 mil pesos.
“Cuando me ofreció salir a robar, creí que era una broma” , repite Martínez. No aceptó la oferta del comisario Caimi y además les contó a sus superiores los planes de la banda. Con ese dato, se montó en secreto un operativo para detenerlos en el momento que intentaran dar el golpe.
Cinco efectivos del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) esperaron cinco días escondidos detrás de un médano. Y en la madrugada del 2 de setiembre, cuando con un soplete intentaban abrir el cajero, fueron detenidos cuatro de los cinco integrantes de la banda.
El suboficial Pablo D’Horta, que cumplía funciones en la comisaría de la localidad (justo frente al cajero), y el también suboficial Abelardo Vázquez, perteneciente a la Policía Judicial, fueron arrestados junto a los civiles Fabián Acuña y Roberto Pardiñas.
El comisario Juan Caimi, supuesto jefe de la banda, fue detenido cuando trataba de abandonar Puerto Madryn, desde donde con un celular seguía el accionar de sus cómplices.
La fiscalía los imputó por asociación ilícita y robo en poblado y en banda durante la audiencia de detención. La condena es de entre 5 y 10 años de prisión. En ese momento, quedaron con prisión preventiva y se estableció un plazo de seis meses para la investigación, de acuerdo a normas del Código Procesal Penal de Chubut.
El 23 de setiembre se hizo una nueva audiencia de detención y se decidió prorrogar por 30 días la prisión preventiva a los cinco detenidos.
En esa audiencia, se le otorgó a Pardiñas el beneficio de prisión domiciliaria, que cumple en Puerto Pirámides. La prisión preventiva puede ser renovada cuando expira.
Martínez, el policía que los denunció, presta servicios en Pirámides. Vive en un galpón prestado por el municipio junto a su esposa y tres hijos.
Tiene custodia permanente y, por consejo de sus superiores, usa chaleco antibalas.
“Cuando Caimi me habló, me dio detalles del golpe y me preguntó si me gustaba la idea. Primero no le contesté pero después rechacé la oferta, sin darle demasiadas explicaciones”, le contó Martínez a Clarín . Lo tentaron por dos motivos: tenía mucha confianza con el comisario y, además, iba a ser el único policía de guardia la madrugada del golpe.
“Yo tenía que salir a hacer una ronda cuando ellos me avisaran que estaban en el cajero. Hacerme el distraído durante media hora ”, agregó Martínez.
El comisario Caimi era el director de la Escuela de Subalternos de Puerto Madryn. En ese lugar, después de dar clases a los policías de rangos inferiores, se juntaba con la banda para planificar el golpe.
Tenía 23 años en la Policía y una foja de servicio intachable.
Es muy conocido en Pirámides porque estuvo cuatro años como jefe de la comisaría. Tras la denuncia de Martínez, la fiscalía dispuso la intervención de los celulares de Caimi y Vázquez, los dos organizadores del robo. Las escuchas fueron fundamentales para detectar el día del golpe.
La banda pensaba escapar por el mar, en un gomón hasta Puerto Madryn. De esa manera, evitarían los controles en la ruta . Un plan más parecido a una película que a la realidad.
El robo estaba perfectamente planificado, salvo en un detalle: la máquina que compraron para romper el cajero no tenía la potencia que esperaban.
Cuando decidieron abandonar el lugar, tenían a la Policía rodeándolos.
Según los investigadores, en agosto la banda habría intentado robar otro cajero automático en Playa Unión, el balneario de Rawson. Pero también fracasaron: con el soplete que habrían usado provocaron un incendio. El fuego quemó gran parte del dinero. La banda tenía planes para el futuro. Con la plata que querían llevarse de Pirámides comprarían la logística para dar un golpe millonario: robar el dinero de un camión de caudales del Banco del Chubut.
GENTILEZA: CLARÍN
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