Natalia Oreiro: “Nunca me gustó la carne”
Las personas famosas son influyentes de muchas maneras. Influyen en la forma de vestirse, en los modismos para hablar y gesticular, tatuarse, e incluso en la forma de pensar. En el mismo sentido lo que comen algunos famosos resulta influyente también sobre multitudes. Paul Mc Cartney, Joaquin Phoenix, Mike Tyson, Sting, entre otros, al contar su preferencias dietéticas son tomados como ejemplo por millones que adhieren a dietas no convencionales.
Natalia Oreiro se presenta en esta entrevista con Cukmi como vegetariana, pero es más preciso decir que su dieta es flexitariana. Embarazada de cuatro meses de un varón, cuenta qué come, quién cocina en su casa, y también algunas técnicas amateur que usa en su huerta.
CUKMI: ¿Cómo fue que te volviste vegetariana?NATALIA: Nunca me gustó la carne. A los 15 años dejé de comer pollo porque me enteré de cómo se criaban. Y en el caso de las vacas, ni bien las sacan del corral ya saben que van al muere y que les van a dar un martillazo en la cabeza. Yo creo en la energía de los animales y de las plantas, así que en esos casos uno se está comiendo el miedo del animal. Ellos saben que los van a matar y en el momento que los están asesinado se tensionan. Eso es lo que te comés después. Por otra parte, en la prehistoria eramos carnívoros porque salíamos a cazar. La adrenalina que te genera la carne la utilizábamos para correr un animal y cazarlo. Esa adrenalina te genera violencia, lo aprendí haciendo boxeo. El argentino está muy acostumbrado a que si no comés carne pareciera que no comés. Ese concepto me parece terrible.
CUKMI: ¿Cómo compensás las proteínas?
NATALIA: Como un montón de proteínas vegetales que están en el tofu, en las semillas de lino, chía, almendras, nueces, amapolas. Claro que hay que asesorarse bien para compensar y tomar algún complejo vitamínico. Mi postura tiene algo de filosófico, de respeto al animal, pero también siento que es más sano, me hace bien.
CUKMI: ¿Qué cambios notaste a partir de optar por este tipo de alimentación?
NATALIA: No recuerdo. Si bien desde hace 12 años soy consciente de tener una alimentación balanceada, antes no comía carne pero me la pasaba comiendo pan con queso, así que tampoco estaba bien alimentada. Creo que las personas vegetarianas somos más pacíficas, tenemos menos ira. Yo lo adjudico no sólo a la crianza y a la alimentación sino a lo que comemos. Somos lo que comemos. Y si te comés un pedazo de cerdo, en el fondo sos medio cerdo ; )
CUKMI: ¿Hay algún tipo de concesión que hagas en tu dieta?
NATALIA: De vez en cuando como pescado en algún roll, porque me gusta el sushi. Vos me preguntarás si el pescado no sufre. Y sí… La carne de pescado es, dentro de todas, la más sana. Igual, es algo que hago muy de vez en cuando.
CUKMI: ¿Quién cocina en tu casa?
NATALIA: ¿Lo tengo que decir? Cocina él (por su marido, Ricardo Mollo). Así es fácil ser vegetariana, ¿no? ; ))
CUKMI: ¿Vos hacés las compras?
¡No, tampoco! Porque el que cocina sabe qué ingredientes quiere usar. Pero hay un plato que a mí me gusta hacer y soy buena, y que son las lasagnas vegetarianas. En nuestras comidas siempre hay una base de arroz yamaní con frutos secos, semillas, tofu. También ensaladas, milanesas de lentejas, pastas y pizza, que como casi siempre los domingos. También me gusta mucho la calabaza, la zanahoria, las limonadas de zanahoria con jengibre, la palta, que puedo comerme hasta cinco. Ah, y la comida mexicana pero vegetariana.
CUKMI: ¿Cómo las preparás?
NATALIA: Con tapas rellenas con porotos negros, verduras salteadas, arroz…
CUKMI: ¿Cómo explicás la relación entre el medioambiente y lo que comemos?
NATALIA: Yo trato de comer productos orgánicos. Nosotros tenemos un campito y ahí tenemos una huerta donde cultivamos todo lo que comemos. En la Capital eso es más difícil de hacer, pero sin duda que sin tenés un balcón podés aprovechar para plantar rúcula, que sale en todos lados, igual que la espinaca, albahaca u orégano. Es muy lindo todo el proceso de plantar las semillas y después comer su fruto. La fruta realmente tiene otro gusto. A mí no me llama el alimento por su exterior, sino por su procedencia.
CUKMI: ¿Quién te enseñó a plantar?
NATALIA: Para mí es como un hobbie, así que a medida que voy haciendo las cosas voy aprendiendo. Siempre fui bastante dedo verde, pero también leí mucho. Por ejemplo, yo estoy en contra de los glisfosatos, intento de poner en mi huerta otro tipo e cosas, como perejil. Depende las combinaciones que hagas, tus plantas van a tener más o menos bichos.
CUKMI: ¿Cómo es eso?
NATALIA: Si ponés aromáticas, alejás a las hormigas. O puedo hacer un peparado con colillas de cigarrillos y eso ya es un fungicida muy bueno. O si tirás arroz, como las hormigas comen arroz, se lo llevan a su hormiguero y el arroz tiene un hongo que mata las hormigas. En el caso de los cítricos, le ponés jabón neutro con agua y eso es buenísimo para que no se llenen de bichos. En las grandes extensiones se vierten glisfosatos, que contaminan hasta el agua.
CUKMI: Ya estás de cuatro meses de embarazo, ¿cambiaste en algo tu alimentación?
NATALIA: Siempre tomo un complejo vitamínico para vegetarianos y con el embarazo agregué las vitaminas que se dan específicamente para mi estado. También dejé por completo las gaseosas y estoy tomando mucha más agua.
CUKMI: ¿Cómo es un día de tu dieta?
NATALIA: Desayuno semillas de girasol y chía con yoghurt, un café descafeinado con leche, le agrego una banana picada y tostadas con queso. Al mediodía, alguna ensalada, quizás con un poco de pasta y a la noche lo que te comentaba, arroz con tofu o lentejas, o lasagna vegetariana, tapas de verduras grilladas.
CUKMI: ¿Qué temas crees que están pendientes de resolver y que influyen directamente en lo que comemos?
NATALIA: ¿Sabés que tiramos a la basura el 50 % de la comida que preparamos? Es vergonzoso. Producimos más de lo que se necesita y sin embargo mucha gente se muere de desnutrición. También es terrible el monocultivo, como pasa con la soja, que después la tierra no sirve para nada. Una persona mal alimentada tiene mala digestión y por lo tanto, tiene malhumor. Lo que se come se refleja en la cara, en las ojeras, en el pelo, las uñas… Estar extremadamente delgado o gordito no es sinónimo de salud. Hay que comer balanceado, variado y con distintos colores. También hay que darse gustos, como te decía con la pizza, que puedo comerme hasta una entera sola.
CUKMI: También siempre decís que te encanta el chocolate.
NATALIA: Sí, el chocolate es muy bueno. Yo como el que es 70% de cacao. La grasa vegetal es buena. Y el aceite de oliva es fantástico.
CUKMI: ¿Reciclás las sobras?
NATALIA: Sí. En casa tengo tres tachos pero después es un lío para que lo recojan de manera separada. También trato de tirar la menor cantidad de comida posible. Cuando compramos algo intentamos de ponerlo directamente en la mochila, porque no me gustan las bolsas de plástico. Hay que educar a la gente en este tema. Eso depende de los gobiernos que nos tocan, que implementen medidas que eduquen en la ecología a la gente
GENTILEZA: CUKMI
No hay comentarios:
Publicar un comentario