Los rebeldes libios avanzan sobre la ciudad de Sirte y descartan negociar con Kaddafi
Los rebeldes libios continúan su avance en dos frentes con la intención de rodear la ciudad natal del líder Muammar Kaddafi, Sirte, que calculan controlar en un máximo de 10 días, mientras advierten que no negociarán con el oculto coronel, a quien consideran "un asunto del pasado".
Los sublevados ya tomaron el control de la carretera que une Trípoli y Sabha, más al sur que Sirte y emplazada en el desierto del sur del país, según señaló el portavoz de los rebeldes, Ahmed Bani.
En la estratégica Sirte, último obstáculo para controlar el acceso al mar Mediterráneo, los rebeldes intentan negociar la rendición del ejército leal al coronel, a cuyos miembros advirtieron que, en caso de negarse a entregar la ciudad, la tomarán "por la fuerza" sin dar más detalles sobre estas negociaciones.
Las unidades que partieron de Bengazi, capital rebelde al este del país, se encuentran en este momento a sólo 100 kilómetros del objetivo, en la localidad de Ben Jawad, mientras otras columnas avanzan desde Misrata, al oeste.
En tanto, la cúpula militar rebelde negó cualquier posibilidad de negociación con el oculto coronel, sobre cuyo paradero se tejen innumerables especulaciones, que son retroalimentadas por mensajes suyos desde la clandestinidad.
El último de estos mensajes, en el que Kaddafi llamó a sus compatriotas a "resitir contra las ratas", dejó perplejos a los rebeldes, cuyos voveros aseguraba sólo minutos antes, que estaban muy cerca de capturar al coronel.
Para el comandante rebelde Salem Derbi, "no habrá nunca negociaciones con Kaddafi", pues ya fue apartado del poder para siempre y es ya un asunto del pasado", según declaraciones realizadas a la cadena árabe Al Yazira.
En tanto, el comandante insurrecto, coronel Salem Mufta Al Refaidy, explicó que sus tropas avanzan hacia Sirte, ciudad natal de Kaddafi, desde el este y el oeste, con la intención de atenazar la región, y que ya están intentando negociar la rendición de la ciudad para evitar el enfrentamiento directo.
"Nuestro objetivo no es el derramamiento de sangre, sino la liberación. No queremos más sangre, especialmente la de los civiles, niños, ancianos y mujeres, pero ya no podemos dar marcha atrás", explicó el coronel, para quien el control de Sirte tomará un máximo de 10 días, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Observadores internacionales temen que -debido a su importancia estratégica en esta etapa del conflicto- la batalla de Sirte sea más encarnizada y sangrienta que la registrada la semana pasada en Trípoli, donde aún puede observarse en la calle los cadáveres de combatientes rebeldes y del ejército.
Por otra parte, allí, en esta ciudad que alberga importantes instalaciones militares, puede permanecer atrincherado el núcleo más leal a Kaddafi, según voceros rebeldes.
Según la OTAN, el ejército disparó desde esta ciudad varios misiles Scud, aunque ninguno alcanzó su objetivos.
El Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la insurgencia, aseguró desde Bengazi, en línea con la cúpula militar rebelde, que "no se está dialogando con Kaddafi" y el encargado de Finanzas y Petróleo, Alí Tarhuni, subrayó que la única salida para el coronel "pasa por la rendición.
Solo sin quiere entregarse, negociaremos y le capturaremos", subrayó el oficial rebelde, según DPA.
En tanto, el CNT reconoció ayer que la capital del país, Trípoli, está sufriendo una crisis humanitaria.
El portavoz del consejo, Shamsiddin Ben Ali, instó a todos los médicos libios que trabajan en el extranjero a regresar inmediatamente a su país.
"Debido al elevado número de heridos, son necesarios más medicamentos y equipamiento médico", dijo a la televisión árabe Al Yazira.
GENTILEZA: TELAM
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