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viernes, 26 de agosto de 2011

TABAQUISMO (A PEDIDO DE UN LECTOR)

Enfermedades
¿Qué enfermedades causa?
Aparato respiratorio
Cáncer de pulmón


¿Qué enfermedades causa?
 
El tabaco es la primera causa prevenible de mortalidad y morbilidad prematura en países industrializados, produce el 38% de las muertes prevenibles lo que supone unas 400.000 muertes anuales en EEUU y unas 40.000 en España.
Se ha calculado que en los países industrializados el tabaco es el responsable de dos millones de muertes anuales, de ellas la mitad se producen entre los 35 y 65 años.
Todo ello se debe a mas de 4000 sustancias tóxicas que se producen en la combustión del tabaco. Estas sustancias son capaces de producir efectos negativos de naturaleza mutagénica, citotóxica y proinflamatoria. Del humo del cigarrillo se inhala tan solo un 25%, el resto del 75% procedente de la combustión pasiva del cigarrillo entre las caladas pasa a la atmósfera, lo que se denomina corriente secundaria, en la que se ha demostrado que hay mayor concentración de ciertas sustancias tóxicas que son perjudiciales para el fumador pasivo. Todas estas sustancias tóxicas producen sus efectos nocivos en diferentes órganos, entre la que cabe destacar.

Aparato respiratorio
 
De los diferentes órganos que se ven afectados por el tabaco, es el aparato respiratorio el que se afecta de forma más rápida y objetiva. Hay diferentes sustancias procedentes de la combustión del tabaco que producen una inflamación crónica de las vías respiratorias produciendo alteraciones anatómicas como el edema de la mucosa, hiperplasia de las glándulas de la submucosa y destrucción de los cilios de las grandes vías aéreas cuya misión es eliminar las secreciones.
El humo del tabaco también tiene gran cantidad de sustancias de las llamadas oxidantes. Concretamente cada inhalación de un cigarrillo contiene 10 moléculas oxidantes de las que 10 son radicales libres del oxigeno. Los radicales dificultan la acción de unas sustancias producidas por el hígado llamadas antiproteasas cuya función es neutralizar la acción de las proteasa que destruyen el pulmón. Al alterarse el equilibrio entre proteasas y antiproteasas se produce un predominio de la destrucción pulmonar, esto provoca la destrucción de las paredes alveolares aumentando los espacios aéreos y produciendo lo que se llama enfisema pulmonar.
Dichas alteraciones causadas por el tabaco producen lo que se denomina Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que es una combinación en diferentes grados de bronquitis crónica y enfisema pulmonar, dejado a su evolución lleva a una disminución de la capacidad pulmonar (medida por FEV1) y a insuficiencia respiratoria. La EPOC la padecen del 2,5 % al 3,5 % de la población adulta, el 10% de la población mayor de 40 años y hasta el 19 % en mayores de 65 años. Se calcula que en España esta enfermedad genera 38.000 consultas médicas por cada 1.000.000 habitantes de forma que hasta un 10% de los pacientes que acuden a una consulta de asistencia primaria padecen esta enfermedad. En la consulta de los especialistas de pulmón esta patología es la responsable del 35% de total.
Pese a que el tabaco es la primera causa del EPOC, se ha comprobado que tan sólo el 15 % de los fumadores desarrollarán la enfermedad clínicamente sintomática, lo que nos lleva a pensar que hay fumadores susceptibles a los efectos del tabaco, aunque por desgracia actualmente no hay datos que nos permitan predeterminar estos pacientes antes que inicien la enfermedad.
Se conoce que a partir de los 25 años la función pulmonar medida por el FEV1 disminuye a una velocidad que no supera los 30 cc al año en individuos no fumadores, mientras que un fumador susceptible disminuye entre el 40 y 100 cc al año, siendo el descenso mayor cuanto más evolucionada está la enfermedad si se sigue fumando, de forma que más de la mitad de los pacientes estarán muertos 10 años después del diagnostico. La mortalidad está directamente relacionada con el numero de cigarrillos por día e inversamente con la edad que se inició a fumar.
El dejar de fumar disminuye rápidamente la tos y el esputo, aunque no mejora la función pulmonar si consigue frenar la caída de esta, aproximando el descenso del FEV1 a la de los no fumadores, con lo que frena la evolución de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida. Estos beneficios se consiguen incluso en estadios evolucionados de la enfermedad y en edades avanzadas.

Cáncer de pulmón
 
De las mas de 4000 sustancias nocivas detectadas en la combustión del tabaco hay que destacar aquellas que tienen efectos carcinógenos con capacidad de alterar el ADN, entre las que se encuentran el alquitrán, la nitrosaminas, los hidrocarburos policíclicos, etc. Estas sustancias son las causantes de uno de los mayores males del siglo XX y posiblemente de siglos posteriores.
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en países industrializados en el varón, en Europa mueren unas 100.000 personas al año por cáncer de pulmón de ellas mas de 10.000 se producen en España.
Desde 1987 en EEUU es también la primera causa de cáncer en la mujer superando incluso al cáncer de mama, desde 1950 la mortalidad en la mujer ha aumentado un 550% de forma que la mayoría de las mujeres diagnosticadas de cáncer de pulmón no sobrevivirá mas de 14 meses desde su diagnóstico. Se puede pensar que las mujeres tienen menos predisposición a padecer cáncer de pulmón pero nada mas lejos de la realidad ya que se ha demostrado que estas son más susceptibles: un cigarrillo fumado por una mujer equivale a 1,7 cigarrillos fumado por el hombre llegando a casi duplicar el efecto carcinógeno en la mujer.
.En España la incidencia de cáncer de pulmón en la mujer es muy baja debido a que al hábito tabáquico se incorporó en los 70 con la incorporación de la mujer al mundo laboral y son necesarias tres décadas para empezar a ver los efectos catastróficos del tabaco, como se ha visto en otros países con una incorporación mas temprana de la mujer al mundo laboral, por lo que se espera un crecimiento explosivo de cáncer de pulmón con el inicio del nuevo siglo.
Se sabe que el tabaco es el responsable directo del 85 % del cáncer de pulmón y aunque todos los tipos de cáncer de pulmón tienen mayor incidencia en fumadores que en no fumadores, hay una mayor influencia en tumores de células pequeñas y escamosos.
Se ha visto un aumento de la incidencia de cáncer desde el primer pitillo, pero hay una clara relación entre la incidencia de neoplasia y la cantidad de tabaco consumido, dicho aumento no se produce de forma lineal sino de forma exponencial, de forma que un fumador de 40 cigarrillos día tiene mas del doble de riesgo de padecer cáncer que el que fuma 20 cigarrillos día. El riesgo también esta relacionado con el tiempo que se lleve fumando, de forma que es peor llevar fumando un paquete diario durante 20 años que dos paquetes diarios durante 10 años aunque la cantidad de tabaco total fumada sea igual. La edad de comienzo también altera el riesgo, aumentando el riesgo si se inició a edades tempranas. Y por último también influye el tipo de tabaco, la intensidad de la inhalación y el uso o no de boquillas.
El cese del hábito tabáquico reduce el riesgo de padecer cáncer de pulmón aunque siempre será superior al de un no fumador. Se ha comprobado un descenso del riesgo de neoplasia pulmonar entre un 20 y un 90 % dependiendo de la duración de la abstinencia, siendo menor el riesgo cuando la abstinencia es mayor. La reducción del riesgo empieza a ser evidente a partir de los cinco años de abstinencia llegando a reducirse en un 90% a los 15- 20 años sin fumar si se compara con los que siguen fumando, pero incluso con periodos mas prolongados de abstinencia siempre tendrá mas riesgo que los que nunca fumaron.
Hay otras patologías pulmonares menos frecuentes que también se han encontrado relacionadas con el hábito tabáquico como son: Bronquiolitis asociada a enfermedad pulmonar intersticial, Neumonía intersticial descamativa donde el 90% de los pacientes son fumadores y el Granuloma eosinófilo donde casi todos los pacientes son o han sido fumadores.

GENTILEZA:
Dr. Antonio Santa Cruz Siminiani
Servicio de Neumología. HGU Gregorio Marañón. Madrid

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