Masacre de La Plata: el papá de Micaela reveló que su hija jugaba con Martínez
En su declaración ante la Justicia, Daniel Galle, el padre de
la menor de 11 años víctima en el cuádruple crimen, afirmó que el presunto
asesino "le parecía un tipo normal, pero serio y seco. Por ahí le
hablabas y no te respondía". Según los investigadores, la
niña fue la que más agresiones recibió en la trágica noche
El padre de Micaela, la menor de las cuatro víctimas de la masacre de La
Plata, declaró ante la Justicia y dio detalles del perfil de Osvaldo Martínez,
el único sospechoso del cuádruple crimen. Según su testimonio, Martínez parecía
que “era un tipo seco y serio”, aunque aclaró que a su ex mujer
la “veía bien” con él.
De todos modos, afirmó que"sacando la detención del novio de Bárbara,
no tengo sospechas de nadie”. En su declaración destacó que en un
encuentro entre él y Martínez, ocurrido hace diez días en el sanatorio Ipensa,
cuando Micaela fue operada de la vesícula, el presunto asesino mostró un
comportamiento extraño. “Cuando entré, estaba acostado en una cama al costado de
mi hija. De golpe se levantó, empezó a hablar en voz baja con Bárbara y después
salió de mala manera diciendo 'me voy, me voy'".
El último encuentro entre el padre y su hija ocurrió el miércoles pasado,
cuando Galle se quedó en casa de Micaela hasta entrada la madrugada.
Además, dio detalles de la última comunicación con su hija, el viernes previo
a los crímenes. “Me dijo que estaban jugando con Alito (apodo de Osvaldo
Martínez) y la mamá, y que estaban bien”, recordó. Horas antes del crimen, Galle
recibió un mensaje de texto, presuntamente de su hija, en el que
decía:“Pa... hoy no me llames... porque tengo apagado el celu,
tiene que sobrevivir hasta mañana y aparte no tengo crédito... esto es lo único
que me queda... ja besos".
Luego de recibir el mensaje de texto, el papá de Micaela se dirigió hacia la
Capital, sin sospechar que horas después ocurriría la masacre. El domingo, hacia
el mediodía, lo despertaron para comunicarle lo sucedido.
De acuerdo con los investigadores, la pequeña de 11 años, recibió las mayores
agresiones. Presentaba una enorme herida en el pecho y
un fuerte golpe en la cabeza. Además, hay indicios de
que recibió una patada en la boca. "A la nena fue a la que
mataron con más saña”, sostuvo un investigador de la causa a un matutino
porteño. De acuerdo con la fuente, Micaela “tenía como un agujero en el pecho y
un golpe fuerte en la cabeza".
También dijo que la niña "estaba caída sobre la cama de una forma rara” por
lo que conjeturó que es muy probable que le hayan dado “una patada en la boca".
Se supo que la hija de Bárbara, antes de morir, intentó llamar a su padre, pero
no alcanzó a pedir ayuda. Según las fuentes consultadas por el matutino, la niña
–en rigor– habría intentado comunicarse con “varias personas”, sin tener suerte
en ninguno de esos llamados.
GENTILEZA: INFOBAE
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