En un instante, todo se apagó. Fue un golpe de una piedra, o un tirón, o un susto por la aparición intempestiva de un ladrón lo que llevó a Guillermo Pouso García (33 años, bombero voluntario y empleado) a perder el control de la moto en la que iba a trabajar, caer y golpearse mortalmente contra el suelo.
La Justicia y la Policía investigan qué pasó, qué determinó la muerte inmediata de la víctima. Se conoce el hecho: el hombre murió y alguien le robó la moto. También, qué sucedió horas después: la Policía detuvo a un menor, de 12 años, quien fue liberado un rato más tardey quedó acusado de encubrimiento. Se cree que forma parte de una banda que comete este tipo de delitos en la colectora del Camino de Cintura, a la altura de la villa Palito, en la localidad de San Justo.
Lo que sí se sabe es que eran entre las 5.50 y las 6.10 del sábado. La víctima conducía su moto por la colectora de la Ruta 4 (Camino de Cintura), a la altura del cruce con la calle Alberti, en el barrio Almafuerte de San Justo, a centímetros de donde están las primeras construcciones de la villa Palito.
Según determinó la autopsia, Pouso García cayó de la moto y, como consecuencia del terrible golpe en la cabeza (aunque llevaba puesto el casco), sufrió una fractura de la cervical y murió en el acto.
Minutos después alguien llamó al 911 y llegaron policías e investigadores. La hipótesis que manejan es que una banda de ladrones pudo haberle tirado una piedra a Pouso García cuando pasaba por allí o alguno de sus integrantes se le cruzó en el camino. Incluso es posible que alguien lo agarrara del cuerpo y lo tironeara hacia el suelo. Todo, se supone, fue hecho con el fin de robarle la moto.
En efecto, así lo encontró la Policía. Tirado en el asfalto, ya muerto, con el casco puesto y su mochila a un costado, pero sin la moto. En el bolso que llevaba Pouso García estaba su uniforme de bombero junto a su billetera con dinero.
El fiscal del caso, Carlos Arribas, ordenó el mismo sábado hacer un relevamiento en la villa Palito, ya que el hecho ocurrió sobre el borde de este barrio y los Policías le comentaron el dato de que podía ser una banda integrada por menores de edad que suele protagonizar episodios delictivos de esta calaña en ese mismo punto del Camino de Cintura. Alguien vinculado al caso explicó que este tipo de robos aumentó en los últimos tiempos “porque el carril central de esa ruta está cerrado y todo el tránsito se desvía a la colectora, que pasa a muy poca distancia de la villa”.
En el medio de la investigación, una denuncia anónima al 911 alertó a la Policía de que se había visto a un menor a bordo de una moto similar a la de la víctima dentro de los pasillos de la Palito. Los agentes llegaron y detuvieron al chico.
Horas después un juez de menores entregó al pibe a sus padres (a su edad es inimputable) y lo acusó de “encubrimiento”. En su declaración al juez, el chico habría dicho quién le entregó la moto.
Lo cierto es que el fiscal Arribas investiga un caso de “homicidio en ocasión de robo”. Y los ojos están posados sobre esta supuesta banda de menores, que estaría integrada también por el chico de 12 años. “El problema es que no hubo testigos de la muerte de Pouso, así que estamos investigando sobre delitos anteriores”, explicó a Clarín una fuente del caso.
Hacía una década que Pouso García colaboraba con los Bomberos Voluntarios de Morón, ciudad en la que vivía. Era soltero y trabajaba como repartidor de tubos de oxígeno para hospitales. En eso estaba el sábado de madrugada cuando alguien lo mató.
Nota de la Verdad de la Mandarina:Ahora señor Espinoza no vaya a querer decir que esto es un complot del periodismo para bloquear su candidatura, porque este pobre hombre, que tal vez alguna vez salvo la casa de despiadados animales como los que le quitaron la vida, estaba ganandose su sueldo para sostener a su familia y no como usted que debe estar preocupado para recaudar dinero para su campaña y la de su partido.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario