Cómo es Tecnópolis, la megamuestra de ciencia y tecnología que arranca hoy
Verse en 3D, sentir el frío de la Antártida, revivir el Big Bang o excavar huesos de dinosaurios, son algunas de las experiencias que propone esta exhibición científica y tecnológica de los 200 años del país
Viernes 15 de julio de 2011 | 03:13 (actualizado a las 10:09)
Si alguna vez uno soñó con visitar un lugar donde pudiera verse en 3D, jugar al metegol con robots, saber cómo se detectan en nuestro país los rayos cósmicos, sentir los 7 grados bajo cero de la Antártida mientras se observa un bloque de hielo gigante traído del continente blanco, o revivir el momento exacto en el que ocurrió el Big Bang, ingresando en el simulador del Gran Colsionador de Hadrones para sentir en el cuerpo el choque de partículas, Tecnópolis es el lugar indicado que hoy se puede recorrer en forma libre y gratuita.
Un viaje científico. Después de pasar la entrada y el stand de la Conae, donde una pirámide de 18 metros de alto, custodiada por un imponente cohete, esconde maquetas, pantallas, luces y sonidos para recrear un clima espacial, se puede apreciar tres domos que ayudan a repasar la historia de las tecnologías de la comunicación en el país. Desde el servicio postal, pasando por la radio, la televisión, hasta Internet y la fibra óptica, el visitante puede adentrarse en la tecnología comunicacional de la Argentina.
Los aviones presentados por el Ministerio de Defensa agrupan desde el querido Pulqui I, primer aparato a reacción argentino y sexto en el mundo, hasta el último avión de fabricación nacional en la década del 90, el Pampa IA63.
Los Ministerios de Industria y Trabajo de la Nación cuentan con un espacio donde se muestra, a través de pantallas gigantes, carteles, objetos y la participación de Fuerza Bruta, el crecimiento de la industria nacional a lo largo de los años, la innovación tecnológica aplicada a las empresas y la exportación de productos industriales con valor agregado argentino.
En tanto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desarrolló 14 stands para que la ciencia sea una experiencia transformadora. En el Túnel de la Biodiversidad, de 30 metros de largo, se pueden poner a prueba los sentidos al recorrer el extenso territorio argentino y vivir sus seis ecorregiones.
En el espacio Nanomundo uno puede saber cómo se manipulan las estructuras de las moléculas y los átomos. Conocer las pinturas que resisten los microbios, los microchips ultra pequeños y los nuevos materiales ultra resistentes.
¿Cómo se originó el universo? Si surge una pregunta tan profunda como ésta, los visitantes podrán revivir el momento exacto en que ocurrió el Big Bang, introduciéndose en el Gran Colsionador de Hadrones y sentir en el cuerpo el choque de partículas con el que se creó el mundo.
En el domo del Observatorio Pierre Auger se podrá aprender los principios elementales de la astronomía y la física. Usando un centellador, un detector de muones y un detector de fluorescencias una persona puede descubrir cuántas partículas viajan en el aire sin darse cuenta y así detectar los rayos cósmicos, unas partículas más pequeñas que un átomo que llegan desde el espacio y caen sobre nosotros en forma de lluvia aunque no las veamos.
Los más chicos, y no tanto, pueden cruzarse con un dinosaurio en el continente Imaginación y ser paleontólogo por unos minutos, excavando tierra para hallar unos preciados huesos. Además, en el Planetario, se pueden agudizar los cinco sentidos para conocer más acerca las constelaciones de Orión, Escorpio y Cruz del Sur, todo en una instalación que cuenta con facilidades para personas no videntes, disminuidos visuales e hipoacúsicos.
Se puede también jugar al metegol con robots o correr carreras de Fórmula 1 en los simuladores para pilotos profesionales. Llegar a saber que un adulto promedio en la Argentina consume por año casi un millón y medio de litros de agua, o que para producir un kilo de lechuga se necesitan 126 litros de agua, es posible en el stand de AySA.
Durante toda la recorrida de Tecnópolis hay una línea de tiempo expresada en carteles con hitos de las conquistas locales en el mundo de la ciencia, para hacer más educativo este repaso histórico que propone la exposición que culmina los festejos por los 200 años del país.
En el espacio central del pabellón de la Secretaría de Cultura de la Nación, cuatro grandes intervenciones plantean, desde la plástica, particulares abordajes poético-tecnológicos. Para realizarlos, se convocó a los artistas visuales Gyula Kosice (agua), Pájaro Gómez (aire), Juan Doffo (fuego) y Enrique Salvatierra (tierra).
Además, en el "Espacio Joven" se ofrecen actividades de danza, música, experimentación artística, fusión y mixtura de géneros musicales, contenidos audiovisuales, deportes urbanos, tecnología y contenidos on line. En ese espacio , se realizarán recitales gratuitos con artistas como Dante Spinetta, Bajo Fondo Tango Club, Los Tipitos, La Mancha de Rolando y Bersuit Vergarabat, entre otros.
La Unidad Bicentenario, encargada de la organización de la muestra, detalló que el objetivo de la exposición es "dar a conocer la tecnología de punta de la Argentina y las posibilidades del trabajo del sector público, privado y de la sociedad civil" y que "para lograrlo estarán presentes organismos públicos, empresas privadas y representantes internacionales".
GENTILEZA: LA NACIÓN
Los aviones presentados por el Ministerio de Defensa agrupan desde el querido Pulqui I, primer aparato a reacción argentino y sexto en el mundo, hasta el último avión de fabricación nacional en la década del 90, el Pampa IA63.
Los Ministerios de Industria y Trabajo de la Nación cuentan con un espacio donde se muestra, a través de pantallas gigantes, carteles, objetos y la participación de Fuerza Bruta, el crecimiento de la industria nacional a lo largo de los años, la innovación tecnológica aplicada a las empresas y la exportación de productos industriales con valor agregado argentino.
En tanto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desarrolló 14 stands para que la ciencia sea una experiencia transformadora. En el Túnel de la Biodiversidad, de 30 metros de largo, se pueden poner a prueba los sentidos al recorrer el extenso territorio argentino y vivir sus seis ecorregiones.
En el espacio Nanomundo uno puede saber cómo se manipulan las estructuras de las moléculas y los átomos. Conocer las pinturas que resisten los microbios, los microchips ultra pequeños y los nuevos materiales ultra resistentes.
¿Cómo se originó el universo? Si surge una pregunta tan profunda como ésta, los visitantes podrán revivir el momento exacto en que ocurrió el Big Bang, introduciéndose en el Gran Colsionador de Hadrones y sentir en el cuerpo el choque de partículas con el que se creó el mundo.
En el domo del Observatorio Pierre Auger se podrá aprender los principios elementales de la astronomía y la física. Usando un centellador, un detector de muones y un detector de fluorescencias una persona puede descubrir cuántas partículas viajan en el aire sin darse cuenta y así detectar los rayos cósmicos, unas partículas más pequeñas que un átomo que llegan desde el espacio y caen sobre nosotros en forma de lluvia aunque no las veamos.
Los más chicos, y no tanto, pueden cruzarse con un dinosaurio en el continente Imaginación y ser paleontólogo por unos minutos, excavando tierra para hallar unos preciados huesos. Además, en el Planetario, se pueden agudizar los cinco sentidos para conocer más acerca las constelaciones de Orión, Escorpio y Cruz del Sur, todo en una instalación que cuenta con facilidades para personas no videntes, disminuidos visuales e hipoacúsicos.
Se puede también jugar al metegol con robots o correr carreras de Fórmula 1 en los simuladores para pilotos profesionales. Llegar a saber que un adulto promedio en la Argentina consume por año casi un millón y medio de litros de agua, o que para producir un kilo de lechuga se necesitan 126 litros de agua, es posible en el stand de AySA.
Durante toda la recorrida de Tecnópolis hay una línea de tiempo expresada en carteles con hitos de las conquistas locales en el mundo de la ciencia, para hacer más educativo este repaso histórico que propone la exposición que culmina los festejos por los 200 años del país.
En el espacio central del pabellón de la Secretaría de Cultura de la Nación, cuatro grandes intervenciones plantean, desde la plástica, particulares abordajes poético-tecnológicos. Para realizarlos, se convocó a los artistas visuales Gyula Kosice (agua), Pájaro Gómez (aire), Juan Doffo (fuego) y Enrique Salvatierra (tierra).
Además, en el "Espacio Joven" se ofrecen actividades de danza, música, experimentación artística, fusión y mixtura de géneros musicales, contenidos audiovisuales, deportes urbanos, tecnología y contenidos on line. En ese espacio , se realizarán recitales gratuitos con artistas como Dante Spinetta, Bajo Fondo Tango Club, Los Tipitos, La Mancha de Rolando y Bersuit Vergarabat, entre otros.
La Unidad Bicentenario, encargada de la organización de la muestra, detalló que el objetivo de la exposición es "dar a conocer la tecnología de punta de la Argentina y las posibilidades del trabajo del sector público, privado y de la sociedad civil" y que "para lograrlo estarán presentes organismos públicos, empresas privadas y representantes internacionales".
GENTILEZA: LA NACIÓN
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