“Hoy es uno, mañana otro... esta vez nos tocó a nosotros”
12/07/11“Contra la inseguridad no se puede luchar individualmente”, dicen. A Ezequiel Agrest lo mataron durante un asalto a la casa de una compañera. El asesino estaría identificado, pero sigue prófugo. Hablan los padres del joven asesinado en Caballito
El viernes pasado, Ezequiel Agrest (26) fue asesinado durante un asalto en Caballito. Intentó proteger a una compañera de trabajo que estaba con él y acabó recibiendo dos disparos en el pecho . Pocas horas después, los investigadores identificaron al presunto autor del asesinato a partir de una serie de objetos que estaban adentro de un morral que se olvidó en la escena del crimen, pero hasta ayer continuaba prófugo. El sospechoso tiene 25 años y es hijo de un policía de la Federal, aparentemente un sargento retirado . Una fuente de la investigación confirmó que tiene antecedentes por delitos contra la propiedad y portación de arma, y que ya había sido detenido este año.En una entrevista con Clarín , los padres de la víctima pidieron que se detenga al responsable y que no se lo libere, “ya que es un reincidente”. También hablaron sobre la importancia de que se abra una reflexión que vaya más allá del caso de su hijo. “Estamos ante algo más que un caso puntual...
estamos ante una sociedad enferma donde se ha perdido el valor de la vida. Hoy es uno, mañana otro... esta vez nos tocó a nosotros ”, señaló Diana Cohen Agrest, la mamá del chico.
Ezequiel Agrest había estudiado cine y trabajaba habitualmente haciendo cortometrajes. El jueves se había puesto en contacto con una chica que necesitaba ayuda para una película. El viernes a la tarde, el segundo día que se veían, él fue en el auto de su madre hasta la casa de ella, en Caballito.
A eso de las seis de la tarde, los dos estaba descargando algunas cosas de un auto frente a la casa de ella cuando un joven vestido en forma elegante y con anteojitos, se les acercó para preguntarles si conocían una calle del barrio . “Ellos le contestaron, pero vieron que se quedaba ahí, mirando, y decidieron entrar. Ahí fue que el pibe los interceptó, los hizo entrar y empezó todo”, contó una de las dos hermanas del chico.
Una vez adentro, el ladrón pidió la plata que había en la casa y la chica se la dio. Luego preguntó si había alguien más en el lugar. La joven le dijo que su hermano estaba durmiendo arriba y fueron a despertarlo. El ladrón ya tenía la plata y hasta ahora no está claro por qué –muy poco después– le disparó a Ezequiel. Luego, el ladrón huyó sin llevarse el dinero . Salió tan rápido que se olvidó un morral en el que tenía su teléfono celular y algunos objetos personales –entre ellos un currículum– que permitieron identificarlo . “Ahora hay una causa abierta y son los jueces los que se tienen que encargar de investigar, poner al responsable en la cárcel y asegurarse de que no vuelva a salir, porque es un reincidente”, dijo ayer Gustavo Agrest, el padre de la víctima.
Los tres días que pasaron fueron de “un dolor insondable” para la madre del chico. El principal recuerdo es el silencio que había durante el velorio. “Era un lugar cerrado lleno de jóvenes, como trescientas personas, pero no se escuchaba ni un sonido . En general en un velorio hay ruidos de movimientos, hasta algún chiste. Pero lo que a mí me impactó mucho como madre fue ese silencio enorme”, dijo Cohen Agrest.
El padre de Ezequiel es director de una sastrería. La madre es licenciada en Filosofía, autora de varios libros y ensayista sobre temas de la cultura contemporánea, entre ellos la violencia. “Todo esto me trajo de vuelta un artículo que publiqué en La Nación hace cuatro años, en el que hablaba de que cada uno es una potencial víctima del delito ”, señaló.
“De esto no te salva encerrarte en un country ni en una torre de marfil, porque no es algo contra lo que se pueda luchar individualmente ”, explicó la mujer, al hablar de que comparte el mismo dolor con muchas otras mujeres que han perdido a sus hijos, pero que quizá no han podido explicarlo por no tener fácil acceso a los medios. “La inseguridad está más allá del dinero, del poder y de la voluntad de uno. Estamos en una sociedad que devora a sus propios hijos: primero fueron los desaparecidos, después Malvinas, ahora el paco y el gatillo fácil”, explicó.
La investigación quedó a cargo de la jueza Alicia Iermini, la Comisaría 12 de Caballito y la división Homicidios de la Policía Federal. Ayer circulaba el rumor de que el padre del sospechoso había sido pasado a retiro luego de que se supiera que era su hijo, pero desde la Policía sólo confirmaron que el hombre “está retirado”. También aseguraron que ayer se realizaron varios allanamientos en los lugares que suele frecuentar el joven, pero hasta ahora no hubo resultados
GENTILEZA: CLARÍN
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