Despliegue naval de EE.UU. y preparativos de Israel como advertencia a Irán
Israel se prepara para bombardear las instalaciones nucleares iraníes si las sanciones económicas no logran que le régimen de Teherán termine con su programa atómico.
Israel modificó su prioridad en política exterior. Ya no son más los palestinos. Ahora es Irán y su plan nuclear. Y está dispuesta a terminar de alguna manera con esa "aventura" persa. Si para fin de año no tuvieron efecto las sanciones económicas contra el régimen de los ayatollahs su escuadra de cazabombarderos estará dispuesta para atacar las centrales atómicas iraníes.
El gobierno de Benjamin Netanyahu no estará solo. Tendrá el apoyo de Estados Unidos. En los últimos días la Casa Blanca ordenó duplicar su despliegue naval en el Golfo Pérsico como advertencia a Irán. Llegaron al estrecho de Ormuz ocho dragaminas y un barco auxiliar de transporte anfibio, el Ponce, capaz de albergar a cientos de marines y helicópteros para trasladarlos de inmediato al lugar de las acciones. También envió una flotilla de aviones de combate F-22 y F-15C a dos bases de la zona.
Irán respondió con una nueva prueba de misiles que asegura "pueden alcanzar tranquilamente Israel" y continúa agitando el fantasma del cierre del estrecho de Ormuz, el sitio por el que salen cada día entre 13 y 15 barcos petroleros transportando 17 millones de barriles de crudo.
En la cancillería israelí hablan abiertamente de que si no se detiene de alguna manera el programa nuclear iraní el gobierno de Netanyahu está dispuesto a terminarlo con las bombas. "Irán ya tiene más de 100 kilos de uranio enriquecido al 20% y puede alcanzar el 90% que se necesita para armar una bomba atómica antes de fin de año. Por ahora vamos a esperar que hagan efecto las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y Europa; pero si no surten efecto nosotros estamos abiertos a todas las opciones", asegura un alto funcionario que me recibe junto a un grupo de periodistas latinoamericanos en la moderna sede de la cancillería, en Jerusalén.
Y como al pasar, el funcionario da algunos otros datos. Dice que se abre "una ventana propicia" para el posible ataque entre el momento de las elecciones estadounidenses (a principios de noviembre) y la asunción del nuevo/reelecto presidente (a principios de enero). Lo que más teme Israel en este momento es a los misiles que están desarrollando los ingenieros de Teherán. Ya han realizado varias pruebas y lograron un alcance efectivo. "Hay que tener muy en cuenta que estos cohetes pueden alcanzar un radio de 3.000 kilómetros por lo que podrían llegar hasta Italia. Entonces, esto no afecta sólo a Israel sino a todos los países árabes de la región y a Europa", explica Lior Ben Dor, ministro portavoz de la cancillería.
El partido centrista Kadima, que recientemente entró en la coalición de gobierno de Netanyahu dándole una sólida mayoría, dice que si bien espera que las sanciones económicas dinamiten la dureza del régimen iraní, ellos están dispuestos a acompañar cualquier decisión que tome el gobierno con respecto a Irán. En el Kenesset, el parlamento israelí, me encuentro con el influyente diputado de Kadima, Shai Hermesh, quien es muy gráfico al explicarme lo que sucedería en el cas de que se entrara en una nueva guerra. "Las consecuencias serían terribles no sólo para Israel sino para todo el mundo", dice. "Pero no podemos convivir con la amenaza permanente de una ojiva nuclear sobre nuestras cabezas. Tenemos que hacer algo para que Irán no alcance estatus atómico. Espero que las sanciones los hagan reflexionar, de lo contrario tendremos que comenzar a rezar".
Los palestinos creen que todo el tema nuclear iraní está siendo utilizado por Israel para desviar la atención internacional y no asumir su responsabilidad de negociar un tratado de paz duradero. En el bar de la cinemateca de Jerusalén, con una vista espectacular de los muros de a ciudad vieja, se sienta a conversar sobre el tema junto a un grupo del Consejo Judío Latinoamericano el activista del Foro para la Paz y la Democracia, Saman Khoury. "Israel tiene graves problemas internos, desde la migración africana hasta la economía y, por supuesto, la relación con los palestinos. Y trata de no hablar de todo esto. Para eso utiliza el plan nuclear iraní como excusa para desviar al atención. Pero sabe que sólo la firma de un tratado de paz duradero en el tiempo con nosotros le dará un futuro seguro a Israel, de lo contrario siempre estará en estado de guerra como lo viene haciendo desde hace 60 años", dice Khoury.
El embargo de la Unión Europea al petróleo le quitará unos 2.500 millones de dólares al mes a la economía iraní. Habrá que ver si esa presión hace efecto o si prevalece el orgullo persa que le impide en este momento a Irán dejar de lado su programa nuclear cuando sus vecinos de India y Pakistán lo tienen y es muy exitoso. En tanto, la controversia y los preparativos para una nueva guerra continúan en toda su intensidad en Medio Oriente
GENTILEZA: CLARÍN
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